Una amiga mía tuvo un accidente automovilístico. Por suerte ella estaba bien pero no su auto. Ella se preguntaba cómo iba a conseguir otro carro si no tenía dinero para uno. Le dije que intentara ser positiva, que le pidiera al Universo o a Dios un auto nuevo y que celebrara cualquier cosa que pareciera como una señal de que se estaba acercando a conseguir uno.
Ella estaba muy emocionada de comenzar algo nuevo y jugar con esta nueva idea o experimento. Le dije que no tenía nada que perder y quizás mucho que ganar.
Ella es una gran creyente de los Ángeles, por lo que decidió pedirle a sus Ángeles que la ayudaran a conseguir un auto nuevo. Ella por supuesto comenzó a estar muy agradecida por todo, celebrando cualquier señal pequeña o grande que ya estuviera viendo en todas partes.
Ella le pidió a su yerno que por favor la ayudara como consignatario para poder comprar un auto nuevo en un concesionario. Ella hizo esto sin perder la fe de que sus Ángeles definitivamente harían algo para ayudarla.
Su yerno aceptó ayudarla y juntos fueron a un concesionario de automóviles para obtener su automóvil. Dijeron que era posible ayudarla, pero que tenía que pagar $1000.00 para obtener un auto nuevo. Infortunadamente ella no tenía esa cantidad de dinero con ella, así que tuvo que volver a casa una vez más, sin un automóvil.
Pero, aunque no consiguió un auto nuevo, mantuvo la confianza de que sus Ángeles seguirían planeando algo hermoso para ella.
Por unos pocos días más, ella siguió celebrando, agradeciendo y buscando cualquier señal grande o pequeña que pudiera ver o encontrar. Después de una semana aproximadamente, una amiga la llamó de la nada y le dijo: “Oye, ya que compré un auto nuevo y ahora tengo dos autos, quiero darte mi auto del 2010 que está en muy buenas condiciones y no tienes que pagarme nada "Por favor, ven a recogerlo en un par de días"
Ella colgó, pero no podía creer lo que acababa de pasar. Ella estaba celebrando, pero con incredulidad de que todo esto pudiera ser cierto y que en realidad le estuviera sucediendo a ella. Después de un par de días, ella fue a recoger su auto que era casi nuevo y gratis, y para su sorpresa, su amiga le había puesto neumáticos nuevos y una batería nueva, para que ella no tuviera que preocuparse de nada sino sólo conducir su nuevo auto de regreso a casa.
Ella todavía celebra y agradece a sus Ángeles todos los días de su vida por un milagro tan hermoso. Porque para ella, los Ángeles existen y al igual que Dios, también te dan todo lo que pides si mantienes tu fe sabiendo que todo estará bien.